¿Cómo escribir un monologo?
A continuación se encuentran los pasos a seguir para
escribir un monologo:
1
Haz una lista de situaciones de conflicto, es decir, sitúa a
un personaje dentro de un problema para que intente resolverlo. Pueden ser
problemas sencillos y comunes como "¡Tengo hambre y no sé cocinar! ¿Qué
hago?" o pueden ser conflictos mayores como "¿Mato al asesino de mi
padre o lo dejo vivir?".
2
Elige la situación de conflicto que utilizarás para tu
monólogo. Ahora decide si le darás un tratamiento trágico o cómico. De acuerdo
a tu elección, construye y describe a tu personaje: ¿quién es? ¿qué hace? ¿cuál
es su problema? ¿qué quiere y qué se le opone?
3
Desarrolla la situación para que tenga un planteo, un nudo y
un desenlace. Tomando como ejemplo la situación del hambre, el planteo puede
ser que tu personaje quiere comer, pero está solo en casa y debe preparar un
asado siguiendo una receta. El nudo sería todos los problemas que pasa para
cocinar y el hambre que va en aumento. El desenlace puede ser que consiga comer
o no porque se le quemó la comida.
4
Define en qué espacio físico se encuentra tu personaje. El
escenario tiene relación directa con el conflicto que elijas, por ejemplo, en
el caso citado la acción debe ocurrir en una cocina.
5
Escribe lo que el personaje diría en esa situación
determinada, respetando el orden de los apuntes que ya hiciste. Como ayuda
extra, puedes poner a tu personaje hablando por teléfono con alguien, o
simplemente pensando en voz alta.
6
Escribe las acotaciones, éstas son indicaciones para el
actor, que le señalan acciones concretas y movimientos a realizar mientras está
diciendo el texto. En este apartado, también debes especificar en dónde sucede
la acción, la disposición del escenario, la música que se utilizará y las
sugerencias de iluminación.
7
Revisa tu monólogo con una lectura en voz alta. ¿Se entiende
lo que escribiste? ¿Hay acción acompañando a las palabras? ¿El final es
contundente? Realiza las correcciones necesarias y vuelve a leer en voz alta tu
trabajo.
8
Representa tu monólogo o entrégalo al actor elegido para que
lo lleve a la escena. Sigue estos sencillos pasos y podrás realizar un monólogo
teatral perfecto para una tarea escolar.
¿En que aspectos cotidianos, podemos hacer uso del monologo?
El monólogo tiene diversas aplicaciones prácticas. Solemos conocerlas, en el lenguaje cotidiano, como "discursos".
- La oratoria política, que combina la argumentación y las técnicas del lenguaje expresivo para apelar a las pasiones del auditorio.
- En el ámbito empresarial (relaciones públicas, management), los líderes suelen emplear discursos para dirigir y estimular a sus colaboradores. Esto también ocurre en el ámbito deportivo.
- La publicidad: uso de monólogos en spots de televisión o radio. También, en la venta tradicional de productos (el vendedor callejero).
pasos para escribir un monologo cómico
Claves que se deben tener en cuenta a la hora de interpretar un
monologo
1º Ensayar.
Reúne a algunos amigos o familiares y actúa para ellos. Esto
es una buena idea porque te dará la sensación de un público de verdad, y podrás
preguntarles con sinceridad cuál es su opinión de tu trabajo.
2º Nuestro juez interior.
No hay que prejuzgarse, Cada uno es como es. Solo tenemos
que encontrar nuestro punto cómico. Hay que conectar con el público. Este
detalle a veces es suerte, a veces es experiencia, o simplemente cierta
habilidad o intuición que tenga el monologista.
3º El Ego.
En general que una actuación salga mal o bien no depende
solo del monologista, también influyen: el público, las cuestiones técnicas y
otros factores pueden encumbrar tu actuación o desbaratarla. Debemos ser
conscientes de todo esto y descubrir lo que nos ayuda y lo que no. Y sobre todo
separarlo de lo que es “nuestra actuación” a la hora de reflexionar sobre ella.
No te creas el mejor cómico del mundo cuando salga bien, ni tampoco
te machaques si fallas.
4º Hacer reír es nuestro objetivo.
¿Qué hacer para mejorar o eliminar los puntos flojos?
Bien. Hay muchas cosas que mejorar en un monólogo, tanto a
nivel de texto como a nivel interpretativo. Todas estas cosas mejoran con la
práctica, pero también es bueno empaparse de las cosas le funcionan a otros
monologistas, es decir: Ver videos y asistir a actuaciones de otros
profesionales.
5º La risa es contagiosa.
Interactúa con el público. ¡Gánatelos!Cada público es
totalmente diferente al anterior y depende de lo implicado que este el público
en tú monólogo, para que puedas usar estos recursos.
6º Crear imágenes.
Buena técnica para memorizar el texto, desde luego: la vieja
asociación de ideas. Transmitírselas al público ya es harina de otro costal.
7º Ser natural.
Ser natural supone el 51% del éxito de una actuación. Este
es uno de los puntos más importantes y donde flojean los monologistas que están
empezando. Por otro lado esto es totalmente comprensible ya que solo se logra
ser natural por medio de la práctica del oficio. Se refiere a no demostrar nervios
y actuar lo más relajado posible sí. Si se refiere a ser uno mismo.Si el
monologista trasmite nervios, dudas, o se equivoca con frecuencia el público
estará más atento a eso que a la propia actuación.
8º Innovar.
Hay que ser innovadores aunque en ocasiones pueda significar
un gran riesgo ya que no todo el público se adapta fácilmente a los cambios
pero si uno cree que es lo más conveniente hay que aceptar el reto con la mayor
disposición.
9º El Oficio.
Ser monologista al igual que cualquier otra profesión
relacionada con las artes escénicas no es nada fácil, requiere muchas horas de
preparación y ensayo antes de ponerte delante de un público. Como ilustración
del trabajo de un artista nos sirve un Iceberg, lo que se ve a simple vista es
solo una pequeña porción, la mayor parte está sumergida y esa es la que
corresponde con el verdadero trabajo de un artista.
Por otro lado también diré, que realmente es un trabajo
donde se disfruta, sobre todo cuando te has encontrado con un público con el
que has conectado perfectamente.
10º Por último: Un secreto.
En este último punto solo me queda deciros un secreto que os
ayudará mucho en vuestro oficio de monologistas:
Todos estábamos nerviosos la primera vez que nos pusimos
delante de un público. Es más; incluso los artistas con mucha experiencia se
siguen poniendo nerviosos. Los nervios son parte de este trabajo, acéptalos. Y por
último; disfruta de tu actuación.
Para ampliar la información visitar las paginas:
Comentarios
Publicar un comentario